El Atleti pone el guión y un pie en cuartos


El partido de ayer podría definirse en cualquier coloquio futbolístico como un duelo de 0-0 que se decantó por dos errores puntuales, pero con el Cholo y este Atleti de por medio, ese discurso suena a excusa barata. El primer asalto fue una historia guionizada hasta la última coma por el conjunto colchonero, que llevó el partido a su terreno y logró anular al ataque del Real Madrid, que apenas logró generar peligro sobre la portería de un cumpleañero Jan Oblak. El Atlético le regaló el balón a los hombres de Ancelotti, y estos picaron al caer en una falsa sensación de dominio.

El duelo comenzó con un Real Madrid dispuesto a dejar los deberes hechos lo antes posible, a sabiendas de que el tiempo jugaría en favor del equipo local, que ayer sí recibió el apoyo total de un Calderón unido. Antes de que se cumpliera el primer minuto del partido, Oblak ya había tenido que hacer su primera intervención con sus recién estrenados 22 años. Fue tras la salida de un córner y tal vez se mostró un tanto inseguro al no salir a interceptar el lanzamiento, pero su reacción al cabezazo de Ramos fue soberbia. Quizá fuera precipitado el fusilamiento del esloveno. Hay futuro. El susto no terminó de provocar la reacción de un Atlético, que anotó el error para no volver a pecar, pero que no alteró ni una sola línea de su guión. Tampoco lo hizo Bale tras un excelente cabezazo que terminó en gol, aunque con un evidente fuera de juego del galés. El ‘no gol’, lejos de provocar miedo a los rojiblancos, generó un contragolpe rápido y precisó que terminó Griezmann con un disparo que se fue lamiendo el poste tras tocar en un defensa.
El francés, embuido todavía por el espíritu navideño, perdonó por segunda vez pocos minutos después tras robar el esférico a Varanne, que se confió, pero logró rehacerse para arrebatar la ocasión a su compatriota cuando este ya se preparaba para ajusticiar. Raúl García también la tuvo, pero su latigazo en el interior del área fue rechazado por Marcelo, cuando la trayectoria hacía presagiar el primero para los colchoneros. El que no estuvo demasiado acertado fue Torres, que en su redebut aportó brega y despliegue físico, pero le faltó tino con el balón en los pies. El Niño acaba de aterrizar en el Manzanares y su titularidad parece que se basó más en un guiño a la afición y al jugador, y no a un argumento meramente deportivo. El delantero madrileño tiene que aclimatarse al equipo y con el tiempo puede que el Cholo logre sacar su mejor nivel.
El partido llegó con las tablas iniciales al descanso y con la sensación de que el Madrid había perdido el control del partido casi sin darse cuenta. Ancelotti quiso dar la vuelta a la situación y los blancos salieron del vestuario a dominar, al igual que hicieron al comienzo del encuentro, pero del mismo modo que ocurrió en el primer acto, el control fue estéril y las ocasiones no terminaban de llegar. Y a los diez minutos, la balanza se decantó del lado rojiblanco después de que Sergio Ramos cometiera un error de juvenil. Un saque de banda de Jesús Gámez hacia Raúl García provocó el penalti sobre el navarro después de un agarrón tan claro como absurdo del central español. El ocho colchonero transformó la pena máxima y el Atleti empezó a remar a favor de la marea.
Con la película llegando a su desenlace, Simeone decidió dar entrada a sus protagonistas habituales. El primero en saltar al escenario fue Koke, que sustituyó al que ayer ejerció el papel de estrella invitada, Fernando Torres. El centrocampista vallecano cogió las riendas del equipo y no tardo en unírsele a la tarea Arda Turan, que cada minuto que juega es una oda al fútbol. El Madrid por su parte, buscó la reacción con la salida de Cristiano, que se sumó a la lista de sorpresas de la noche al no aparecer en el once. El portugués no tuvo su partido y el marcador, lejos de igualarse, se desniveló todavía más en favor del conjunto del Cholo Simeone, que ¿cómo no?, se reencontró con su amada estrategia. Un córner botado a la perfección por Gabi en el minuto 75, terminó con un cabezazo imperial del cada vez más titular, Giménez.
El partido terminó sin mayores sobresaltos para los rojiblancos, que encarrilan la eliminatoria, conscientes de que el Madrid saldrá a remontar la próxima semana en el Bernabéu. Pero ahora toca pensar en el partido del Camp Nou ante el Barcelona. Ya saben, partido a partido.

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