Torres y Oblak en un partido con sabor a revancha


El partido de esta noche, no es uno más, un derbi nunca lo es. La Navidad ha terminado y es el momento de dejar aparcados por un momento los propósitos de paz y amor. El Calderón volverá a estar unido en su plenitud para recibir al eterno rival, que llega a la cita después de ver rota en Mestalla su tremenda racha de victorias. Esto puede generar dos tipos de reacciones en los de Ancelotti completamente opuestas: inseguridad o envalentonamiento. El Atlético, por el contrario, no tiene dudas, saldrá con el cuchillo entre los dientes y con Fernando Torres y Oblak en el once ante un rival con el que tiene muchas cuentas pendientes, tanto personales como colectivas.

No es necesaria la motivación extra para afrontar un partido de estas dimensiones, pero por si acaso, los rojiblancos llegan al derbi subidos en el torrismo y después de la última jornada de Liga, que les ha devuelto a la pelea por todo. Pero esto es la Copa y se palpa observando las novedades de uno y otro equipo. Los blancos saltarán al césped con Keylor Navas en portería, Varane, en el eje central y Khedira, en el centro del campo. El Cholo, por su parte, se la juega con una mezcla de potencia y velocidad, mezclado con una sustanciosa dosis de moral y atrevimiento. Oblak conserva su puesto en el torneo del KO y ya no habrá más excusas, le toca argumentar los motivos de su fichaje en uno de los partidos más importantes de la temporada. El que también será de la partida es Fernando Torres, que se fue siendo un niño, y tras unos años de éxitos y algún fracaso, vuelve al Calderón convertido en un hombre y con ganas de devolver sobre el verde, el cariño recibido por la fue, es y será su afición.
Además, el Cholo no podrá contar con Arda Turan de inicio. El turco arrastraba molestias y empezará desde el banquillo por si el partido precisa de un buen truco de magia. Y si el partido requiere de más pólvora, Mandzukic será la bala en la recámara del técnico argentino, que prefiere no alinear de inicio al croata, que también está ranqueante. En cambio, los que sí estarán escudando el redebut de Torres serán Raúl García y un inspirado Griezmann, que pretende alargar su racha goleadora ante los blancos. Tanto él, como el navarro supondrán un dolor de cabeza para Ancelotti, que deberá encontrar la forma de bloquear el juego aéreo si no quiere salir derrotado del Manzanares.
Y como anuncié al comienzo del texto, se trata de un partido lleno de cuentas pendientes. Oblak deberá de devolver en forma de paradas, los 16 millones invertidos en su fichaje; Torres volverá a vivir un derbi después de emprender su aventura a Liverpool hace siete años y tan solo le ha marcado dos goles al Real Madrid (uno con los rojiblancos y otro con los británicos). Hoy puede aumentar esta cifra. Y por último, el equipo y la afición no olvidan aquel tortuoso minuto 93 en Lisboa, pero se acabaron los llantos, que hoy se tornan en sed de revancha. Para el avispado madridista que lea esto, matizo que la Copa del Rey no es la Champions, al igual que no lo era la Supercopa de España, pero créanme, ladrillo a ladrillo se construyen castillos. En este caso, partido a partido.

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